Leon Ikenaga Jun, Arzobispo de la Diocesis de Osaka

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A todos los hombres y mujeres de buena voluntad Con motivo del reciente e inesperado terremoto, os expresamos […]

A todos los hombres y mujeres de buena voluntad

Con motivo del reciente e inesperado terremoto, os expresamos nuestro más profundo agradecimiento por vuestra pronta respuesta en oraciones y ayuda económica, que ha sido para todos nosotros un nuevo estímulo en nuestra labor.
Tras el terremoto, se produjo inmediatamente un tsunami en la costa, que por sus dimensiones superó todas nuestras predicciones, sin poder hacer nada para evitar que innumerables personas y casas fuesen arrastradas por las aguas, produciéndose una situación trágica. Además, las instalaciones eléctricas nucleares quedaron destrozadas, con el peligro de emisiones nucleares sin control, produciéndose un verdadero pánico, sobre todo entre la gente del este del país.
Debemos deciros que las cartas de condolencia que nos han llegado de todo el mundo, las innumerables oraciones ofrecidas por Japón, nos han producido un gran consuelo y apoyo. Por eso os queremos transmitir de nuevo nuestro agradecimiento de todo corazón.
De un modo especial, como Presidente de la Conferencia Episcopal de los católicos de Japón, quiero expresaros de nuevo mi efusivo agradecimiento por todas las fervorosas oraciones y ofrecimientos de parte de los católicos de todo el mundo.
Por ejemplo, en Lourdes, durante cinco días, desde el miércoles 16 hasta el domingo 20 de marzo, se ofreció el rosario por los sufrimientos de los japoneses, y se envió ese mensaje por Internet a todo el mundo.
Además, hemos podido palpar innumerables escenas de muchas naciones y regiones, que permanecerán en nuestro corazón. Por ejemplo, antes de empezar una sesión deportiva o un trabajo, el ofrecimiento de unos momentos de silencio y oración.
En muchas regiones del mundo, innumerables personas no católicas también han ofrecido oraciones y ayuda. Queremos profundamente darles las gracias por sus sentimientos de solidaridad. De ahora en adelante también les pedimos que sigan ayudando a Japón que vive todavía en medio de tanto dolor.

2011, Marzo, 30
Presidente de la Conferencia Episcopal de los católicos del Japón
Arzobispo de la Diócesis de Osaka, León Ikenaga Jun

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